domingo, 23 de noviembre de 2014

SE BUSCA UN MAESTRO.

Seguimos buscando un maestro: en la casa, en la escuela, en el trabajo.

Buscamos quien nos guié mas allá del salón de clases.

Alguien que al resolver pequeños problemas de la vida, nos dé grandes lecciones. 

Que al darle importancia a estas palabras, que pueden ser, las de cualquier alumno, nos den una lección de tolerancia.

Que al decir lo que piensa y pensar lo que dice, convierta sus ideas en acciones y dé una lección de valor.

Que al no culpar a otro antes de reconocer sus propias fallas, dé una lección de justicia. 

Que al enfrentar con igual serenidad los triunfos y los fracasos, de una lección de auto control.

Que al hablar claro y despacio, dé una lección de paciencia. Que con pocas palabras sencillas explique problemas complejos y de esta manera dé una lección de sabiduría que al considerar mas importante la calidad,  que la cantidad dé una lección de excelencia. 

Que en sus buenas relaciones con los demás, y al no llevar la violencia al salón de clases, dé una lección de paz.

Que al plantear los problemas, seguros de haber dado previamente los elementos para solucionarlos, dé una lección de optimismo.  

Que al asimilar lo que lee, y al comprender que ni estas palabras ni las de él mismo son sentencia, dé una lección de entendimiento. 

Un maestro que demuestre que tan lejos está de ser un simple instructor. 

Les compartimos esta bella reflexión para que consideremos nuestros puntos fuertes y las falencias en las que debemos trabajar y así hacer propósitos para un nuevo año escolar.

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